Minera Candelaria, una faena de cobre ubicada en la Región de Atacama y que es controlada por la canadiense Lundin Mining, lleva más de 10 días paralizada y más de 20 desde que partió la huelga del Sindicato Mina, al que luego se sumó el Sindicato Candelaria, sumando del orden de 900 trabajadores.
El tema fue comentario obligado durante la presentación de resultados de la firma canadiense, donde su presidenta y CEO, Marie Inkster, abordó el complejo escenario, aunque evitó profundizar para no interferir en el proceso.
Ante inversionistas, Inkster dijo que han estado alentando a que los sindicatos miren acuerdos recientes que se han dado en negociaciones colectivas de otras mineras, para «venir a la mesa con la voluntad de llegar a un acuerdo sobre una base razonable».
Luego entró a un punto que ha sido la piedra de tope hasta ahora: el reajuste de los sueldos por sobre el IPC que considera la legislación. Trascendió que los trabajadores piden un 8% de alza.
Sin mencionar la cifra, la ejecutiva dijo que el aumento que se incluya en el contrato se convertirá «en el piso de nuestra posición en cualquier negociación futura, según a la ley. Entonces, los acuerdos a corto plazo tienen implicaciones a largo plazo para nosotros».
Por esto, dijo que un aumento en el salario base, «tendrá un impacto significativo en nuestra estructura de costos operativos. No podemos aceptar demandas que pondrán en peligro la sostenibilidad al crear aumentos insostenibles año tras año (…) Estamos animando al sindicato a que venga con demandas realistas. Hay algunas cosas que simplemente no podremos ceder».
En otras negociaciones colectivas de mineras se han establecido reajustes de 0%. Los trabajadores rechazaron además un bono de término de $ 11 millones, el que sumado a otros beneficios llegaba a $ 14 millones, similar a lo que lograron otros sindicatos, como habría sido el de supervisores de Escondida hace unas semanas.
«En esta situación, nadie gana. Es un perder-perder en este momento», dijo respecto al estado del proceso, donde las conversaciones han estado prácticamente detenidas, dado que no se han suspendido las medidas de fuerza de lo trabajadores y solo se han producido algunas mediaciones ante la Dirección del Trabajo, pero sin mayor avance.
«Estamos trabajando arduamente para llegar a una conclusión y continuaremos asegurándonos de hacerlo de una manera razonable que mantenga la sostenibilidad» de la faena, dijo.
La ejecutiva también fue consultada por la nueva constitución que se escribirá en el país, y tras explicar el proceso, señaló que «el estado de ánimo público es de entusiasmo» y «en el corto plazo, esperamos que sea un período de relativa calma».