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Hace unas semanas Lundin Mining anunció  que cerró un acuerdo para adquirir el 51% de Caserones a JX Nippon Mining en US$ 1.000 millones, con el compromiso de comprar un 19% adicional en los próximos 5 años.

Frente a ello, en estado de alerta se declararon los dirigentes de los tres sindicatos de supervisores involucrados en este proceso: Sindicato de Supervisores de Candelaria, Supervisores de Caserones y Supervisores de LMC.

Alerta, ¿por qué? Porque es un proceso del que preocupan sus consecuencias en términos de precarización laboral, efectos de empleabilidad, apoyo a las comunidades, y aporte a la Región de Atacama. Estos mismos puntos fueron expuestos en una reunión entre los dirigentes de los 3 sindicatos y la Senadora por la tercera región, Yasna Provoste, quien comparte las mismas inquietudes.

La reunión tuvo el objetivo de exponer las preocupaciones de los dirigentes y establecer una alianza estratégica con la Senadora para estar vigilantes ante los posibles cambios que este proceso de compra involucre, como el factor laboral.

Una de las inquietudes es que Lundin se transformaría en el gigante de la Región de Atacama, pero hoy tiene temas medioambientales pendientes y además, no existe mucha inversión en la zona, ya que Tierra Amarilla, por ejemplo, es una de las comunas más precarias del país.

Por ello, los dirigentes señalan que debe exigirse mayor inversión en la zona, un nuevo compromiso con las comunidades y  el medio ambiente, además de asegurar la contratación de mano de obra local.

Al respecto, la Presidenta del Sindicato de Supervisores de Candelaria, Pamela Bordones, señaló que “Hemos venido a una conversación muy fructífera, porque hemos puesto nuestras inquietudes sobre la mesa en este proceso, no sólo por las condiciones que afectarán a los trabajadores, sino también porque queremos engrandecer la región, en donde las mineras puedan invertir en servicios para hacer una región en donde todos quieran vivir, no como hoy, en donde la gente emigra, porque no hay inversión”.

Por su parte, el Presidente del Sindicato de Supervisores de LMC, Jimmy Cepeda, puntualizó que “De este proceso, en términos laborales queremos que exista una nivelación hacia arriba, que los beneficios de los trabajadores de Candelaria y de Caserones sean extensivos a todos, y que esta mega inversión se pueda ver reflejada en la región”.

Para el Presidente del Sindicato de Supervisores de Caserones, Alex Mieres, fue una provechosa reunión, ya que “Salimos muy satisfechos porque compartimos visiones. Por ello,  comprometimos una nueva cita en Copiapó con los demás sindicatos de Lundin, para ver cómo seguimos trabajando, ya que compartimos la misma preocupación y queremos que nuestros colegas y socios tengan mejores ciudades, con servicios, y acorde a lo que genera la minería en la región”.

La Senadora Yasna Provoste, valoró la actitud de los dirigentes más allá de sus preocupaciones en términos laborales: “Queremos felicitar este sentido de anticiparse a las posibles dificultades que pueda tener este proceso. Uno de los temas más relevantes con que nos quedamos es ver más allá del tema laboral, que la actividad minera deje mucho más de lo que han estado haciendo en el compromiso con las comunidades. Es muy loable destacar a los dirigentes que se unen  no solo respecto a los temas de estabilidad laboral, sino que se preocupan por el compromiso con las comunidades y el medio ambiente”.

El presidente de Fesumin y también Secretario del Sindicato de Supervisores de Caserones, Óscar Villarroel, afirmó que “Como Sindicatos y también como Federación, expusimos nuestras preocupaciones por temas laborales, ambientales, y no queremos precarización de los contratos laborales. También quedamos de establecer una alianza estratégica con la Senadora y su equipo para impulsar y velar  por temas de pensiones, 40 horas, y el resguardo de los trabajadores y sus fuentes laborales, el desarrollo de la ciudades”.

“Esta alianza que hemos creado tendrá nuevas instancias de desarrollo, y como Fesumin estaremos vigilantes y participando de lo que tenga que ver con este proceso de adquisición, para que los derechos de los trabajadores no se vulneren y para que podamos seguir creciendo en derechos, en apoyo a las comunidades y aporte a las regiones en donde se realiza y concentra la actividad minera”, finaliza.

Este proceso de compra está siendo evaluado actualmente por diversas entidades nacionales como la Fiscalía Nacional, e internacionales, para ver si está todo en orden y se puede llevar a cabo.

Cabe señalar que una vez realizada, la canadiense  Lundin Mining estaría a cargo de cerca de 10 mil trabajadores sólo en Chile, y que además de sus faenas en el país, tiene activos en Argentina, Brasil, Estados Unidos, Suecia, Portugal.