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En una sorprendente revuelta en el mercado del cobre, el metal rojo experimenta un aumento significativo en sus ganancias semanales, destacando un cambio de dirección atribuido a la cobertura de posiciones cortas por parte de los inversores. Este giro positivo ha tomado por sorpresa a analistas e inversores, quienes ahora especulan sobre el cierre de apuestas bajistas, lo que podría generar un notable aumento en el precio del cobre, considerado un indicador adelantado de la economía mundial.

El cobre ha presenciado un incremento del 1,5%, superando los 8.300 dólares por tonelada en la Bolsa de Metales de Londres (LME). Este repunte contrarresta las pérdidas acumuladas este mes, causadas por la desaceleración económica en China y las robustas condiciones en Estados Unidos, que podrían mantener las tasas de interés elevadas por más tiempo. Los datos recientes sobre los precios al consumidor en EE.UU. han influido en la posición de la Reserva Federal, que se mantiene cautelosa ante el recorte de los costos de endeudamiento.

Los inversores que siguen las tendencias han acumulado posiciones cortas récord en contratos de cobre durante la reciente caída del mercado. Sin embargo, existe la posibilidad de un rápido cambio a la alza si estos inversores deciden deshacer sus posiciones, según Daniel Ghali, estratega senior de materias primas en TD Securities. Ghali sugiere que un rompimiento al alza por encima de los 8.350 dólares por tonelada en la LME podría desencadenar una actividad de compra a gran escala, alimentando un ciclo virtuoso en el mercado del cobre.

A medida que el cobre alcanza nuevos máximos, zinc y plomo también experimentan alzas, mientras que el níquel enfrenta un descenso adicional a pesar de los desafíos evidentes en la industria. La presión sobre los mineros de níquel occidentales aumenta a medida que la producción se dispara en Indonesia, país que ahora representa más de la mitad del suministro mundial. Aunque las exportaciones indonesias de níquel aumentaron significativamente, los bajos precios han impactado los ingresos, lo que destaca la complejidad del panorama económico global en el sector de los metales.