El mercado del cobre mostró una recuperación significativa en la Bolsa de Metales de Londres (LME), impulsado por un renovado optimismo ante posibles avances en las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China. El contrato a tres meses alcanzó los 9.199 dólares por tonelada, superando su media móvil de 21 días, que se situaba en 9.195 dólares.
El repunte se produce tras una caída del 3,3% registrada a inicios de semana, cuando el mercado reaccionó a una combinación de factores: menor actividad industrial en China, debilidad en los contratos estadounidenses y expectativas sobre nuevos aranceles desde Washington. Las recientes declaraciones del presidente Donald Trump, quien habló de una “muy buena posibilidad” de lograr un acuerdo con China, junto a reportes de prensa en ese país que señalan contactos para discutir los aranceles propuestos, impulsaron el ánimo de los inversionistas.
A pesar del alza, analistas del mercado advierten que los riesgos estructurales no han desaparecido. Entre ellos, la posibilidad de nuevas barreras comerciales por parte de EE. UU. y la persistente incertidumbre sobre el crecimiento económico global. Además, el bajo volumen de transacciones en la jornada refleja la inactividad de los mercados chinos, cerrados por un feriado de cinco días, y de algunas plazas europeas por celebraciones locales.
En paralelo, el descenso de inventarios en la LME y la Bolsa de Futuros de Shanghái ha contribuido a sostener los precios. Durante abril, el precio del cobre en el mercado Comex subió un 50% producto del redireccionamiento de envíos desde Asia a Estados Unidos, motivado por una prima favorable en ese mercado. Por su parte, la prima de importación en Yangshan subió un 34%, alcanzando su nivel más alto desde fines de 2023.
Las proyecciones para el tercer trimestre de 2025 sitúan el precio del cobre al contado en torno a los 9.083 dólares por tonelada. Sin embargo, analistas prevén un aumento del superávit en el mercado ante eventuales restricciones que puedan afectar la demanda china, principal consumidor mundial del metal.
Finalmente, el comportamiento del cobre continúa reflejando la sensibilidad de los mercados ante los cambios en el panorama geopolítico y económico global. Junto con él, otros metales también registraron movimientos: el aluminio subió 0,8%, el zinc 0,6% y el plomo 0,1%, mientras que el estaño y el níquel retrocedieron 1,1% y 0,6%, respectivamente.