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La normativa modifica el código del trabajo para exigir a las empresas de 100 o más trabajadoras implementar medidas que faciliten la inclusión de las personas con capacidades diferentes en el mundo laboral.

El 1 de noviembre comenzó a regir la ley 21.275, la cual modifica el Código del Trabajo para generar una inclusión laboral de trabajadores con capacidades diferentes. Esta normativa exige nuevas condiciones a empresas con cien o más trabajadores.

Entre las exigencias más relevantes, la normativa obliga que la empresa deba contar con al menos una persona del área de Recursos Humanos que cumpla la función de gestor de inclusión laboral certificado, para desarrollar instancias que promuevan la inserción de las personas con capacidades diferentes dentro de las empresas.

En un conversatorio convocado por la Fundación Ronda, organización experta en la gestión de la diversidad, equidad e inclusión, y Fiabilis Chile, consultora en recursos humanos, María José Escudero, cofundadora y directora de la incidencia y desarrollo de Fundacion Ronda, expresó que “han sido ocho años de un incansable y fructífero trabajo por la inclusión principalmente de personas con discapacidad, cuidadoras y mujeres. Seguiremos trabajando para apoyar a las empresas a entender e implementar esta nueva ley 21.275”. 

Por su parte, el Director Nacional  del Trabajo, Pablo Zenteno, reveló los avances asociados a la anterior ley de inclusión laboral, y mencionó que se ajusta a la necesidad de “avanzar hacia la garantía del trabajo decente, un trabajo con derecho fundamentales , con oportunidades laborales y seguridad social, lo que va a permitir ir avanzando con progresividad”.