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Durante este lunes, el precio del cobre cerró en US$4,50 la libra, marcando su nivel más alto desde abril de 2022 y reflejando un incremento del 17,9% desde principios de año, cuando se cotizaba en US$3,82 la libra. Este aumento ha superado las expectativas de los expertos, quienes proyectaban un valor del metal rojo entre US$4 y US$4,3 la libra.

Esta alza ha tenido un impacto significativo en las perspectivas económicas del país. Anteriormente se estimaba un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) cercano al 2%, pero ahora se espera que este rango se sitúe entre el 2,5% y el 3%. Además, las proyecciones para los ingresos fiscales han sido revisadas al alza, lo que podría significar un ingreso adicional de hasta US$400 millones para el fisco.

Los analistas atribuyen este incremento del precio del cobre a un cambio estructural en el mercado. Factores como la creciente demanda para la electromovilidad y el desarrollo de energías limpias, junto con dificultades en la oferta debido a problemas en la cadena de suministro y la disminución en las leyes del cobre, indican que este aumento no es solo cíclico, sino que responde a cambios fundamentales en la industria del cobre.

Aunque algunos expertos plantean la posibilidad de que este fenómeno marque el inicio de un nuevo súper ciclo del precio del cobre, otros advierten sobre los desafíos estructurales que enfrenta la industria minera en términos de costos de explotación y financiamiento de proyectos. En cualquier caso, este nuevo panorama ha generado un ambiente de optimismo en el sector minero y económico del país.